martes, 17 de abril de 2012

QUE NO SE TE OLVIDE

Cuesta mucho y te deshace por dentro el sentarse a esperar lo que se espera.
¿De qué sirve imaginarse minutos que aún no han llegado? ¿de qué sirve fantasear y sentir anhelos y emociones que aún no se han sentido?
Duele cuando sueñas y el espejo te devuelve a la realidad sin previo aviso y sin compasión.
¿Por qué nos empeñamos en que algo va a suceder por el simple hecho de que queremos que suceda?
Pensamos que los dioses que mueven nuestro destinos desde arriba serán bondadosos y nos colorarán en el lugar que deseamos sólo porque lo soñamos...¡Qué ilusos!
Se nos olvida prestar atención al aquí y ahora; se nos olvida observar mientras se espera.
Es necesario tener ilusiones, sueños y esperanzas para hacer la vida un pelín más agradable de lo que a veces es, pero no nos obsesionemos con el porvenir.
Disfrutemos de cada sonrisa, de cada caricia, de cada paisaje, de cada silencio, de cada beso, de cada palabra y de cada cerveza compartida.
Sólo así podremos afirmar en un futuro, que nuestros recuerdos han sido nuestra mayor riqueza.


No hay comentarios:

Publicar un comentario