Podemos hablar de lo que tú quieras;
de lo bueno y lo malo de vivir en una gran ciudad,
de por qué los pájaros vuelan
o de sí el final de aquella de Kubrick te gustó o no.
Podemos bailar toda la noche a ritmo de blues, bolero o rock and roll,
y leer los versos más bonitos jamás escritos.
Podemos pasar las horas mirando la luna, sin hablar
o disfrutando de una puesta de sol o de una fría cerveza.
Podemos llorar, reír, cantar....
Aún estando sola me acompañas a cada paso.
Tú, alegre conciencia,
falsa voz de la experiencia.
La que mejor me conoce.
.
ResponderEliminar!Podemos¡
Tanto espacio entre nosotros
para rellenarlo
que podemos retacarlo de lo que queramos,
de suspiros que entrelazan
desde las faltas a las ganas,
de romances y romanzas
y mil y una flores de esperanza.
Podemos debatirnos por dentro
y por fuera
y olvidarnos de esa conciencia que nos ata,
reir las dichas
que disfrazan los contornos
y guardan los lloros.
¡Podemos!
Claro que podemos,
deleitarnos con tu gracia
y la voz que te acompaña,
con cada verso y cada gesto,
con la sonrisa que despierta
al abrir cada mañana
la ventana de tu cara.
Besos en verso.