lunes, 27 de mayo de 2013

Todavía (no) es demasiado tarde

                             
Me dicen:
No moldees el barro reusado. Tíralo.
Regálate un corazón de vez en cuando y desvanécete entre siluetas de agua.
Ríete y encuentra tiempo.
Te echo un capote si me olvidas.
¡ Ya vendrán días en los que vivas sin burladeros y avances con cortinas de humo!

Me dicen:
Dí lo que piensas. No tengas miedo
¡Anda ya!
No esperes que te espere, ni que te quiera como me quieres.
¿Pasamos un tupido velo?

Mejor, le cedo mis consecuencias a la razón y abandero la intención.
Con premeditación te adoro
y con alevosía te (lo) siento.
Si tuviese el impulso suficiente, ahogaría este maniquí sin memoria
metiendo piedras pesadas en sus bolsillos.

Me sueno repetitiva y eso no es bueno.
¡ Re-invéntate!
Así que crearé palabras en desuso
para esta historia eterna y narraré otro cuento con más protagonistas.
 No serás tú quien desate mis nudos
ni quien libere mi mente.

En el final de este libro están nuestras diferencias
y en el principio me encuentro yo.
Otra vez.
Pero servirá de algo.
Todavía: (no) es demasiado tarde.








                       

lunes, 20 de mayo de 2013

Retazos de una tarde

                                                (Léase con la música de fondo)

Me gusta compartir el aire que respiro contigo. 
Y el agua fría que se desliza por tu piel provocando escalofríos. 
Tenerte cerca. 
Hallarte. Deslumbrarte.
Me gusta cogerte de la mano y pasear a tu lado.
Olerte mientras duermes y hacer círculos con los dedos alrededor de tu ombligo.
Observar como tu cuerpo se desprende de la ropa cuando el calor aprieta.
Me gusta gustarte.
Saber que provoco en ti un cataclismo de estímulos sensoriales.
Inexplicable. 
Un remolino de emociones en tu estómago que se agolpan
cual mariposa ajetreada a la que han abandonado en un cajón cerrado.
Me gusta soñarte y que me sueñes.
Entrar por la ventana de tu pensamiento, a veces dormido y aparentemente inerte,
y bailar junto a animales mitológicos, "peter-panes", y recuerdos tachados por los cuadernos.

Me gusta imaginarte y dibujarte así.
En blanco y negro. 
A la luz del sol
en los retazos de aquella tarde.