La tarde se echó la manta a la cabeza y quiso olvidar su mañana gris.
El día resquebrajó toda su luz en dos mitades.
Se desangraron las horas,
se perdieron los minutos,
y los segundos se embalsamaron.
¡ Benditos segundos!
¡Malditos segundos!
Capturan los instantes, embellecen la vida y amargan los tiempos.
La forma de los segundos es recta y fuerte.
Asesina y castiga firmemente.
Empuja lágrimas, golpea corazones y ahoga sueños.
Los segundos machacan almas y enfurecen a las fieras.
La forma de los segundos es hermosa y cálida.
Atrapa la felicidad y contrae músculos creando espasmos de placer.
Arranca carcajadas y escupe escalofríos en la piel.
Los segundos siempre serán los primeros en palpar cuerpos y mojar labios.
Este segundo tuyo y mío que compartimos
y que ahora abandona plácidamente el presente,
se sumerge engulliendo estos versos que escribo
para quedarse a dormir en cuartillas
roídas por el tiempo.
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